Gonzalo López 2º Bachillerato A
Mostrando entradas con la etiqueta Tu Entorno. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tu Entorno. Mostrar todas las entradas
martes, 3 de mayo de 2011
Participación en el torneo de debate
Charla sobre el teatro con Luis Araujo e Ignacio del Moral
Nuestro instituto ha tenido el privilegio de recibir la visita de dos grandes dramaturgos españoles, Ignacio del Moral y Luis Araújo.
La visita ha comenzado con una breve presentación de ambos escritores dando a conocer su trayectoria profesional. Tras esto, Luis Araújo ha representado una pequeña obra suya llamada “Enemigos”. A continuación nos han hablado sobre sus experiencias y la visión que tienen sobre el teatro actual.
La mayor parte de la tertulia la han dedicado a contestar todas nuestras preguntas haciéndola dinámica y amena. La mayoría de las preguntas iban dirigidas a su carrera profesional, experiencias y conocimientos en cuanto a teatro y cine. Ellos afirman que su forma de escribir refleja la actualidad de un modo realista. También nos han hablado sobre sus fuentes de inspiración, cuál es el origen de sus obras y su facilidad para escribir a veces. Al final nos han recomendado una serie de películas como “The Visitor” o “Shutter Island”, obras teatrales como “NN12”, “La maleta de los nervios” o “Veraneantes” y a autores como Antonia Bueno, Gracia Morales o Antonio Álamo.
Tanto Luis Araújo como Ignacio del Moral han contestado con mucho interés a nuestras preguntas y nos han hablado con total sinceridad y simpatía.
Hemos tenido el placer de hacernos una foto con ellos. Nos ha gustado mucho la tertulia y esperamos que esta experiencia se repita
La visita ha comenzado con una breve presentación de ambos escritores dando a conocer su trayectoria profesional. Tras esto, Luis Araújo ha representado una pequeña obra suya llamada “Enemigos”. A continuación nos han hablado sobre sus experiencias y la visión que tienen sobre el teatro actual.
La mayor parte de la tertulia la han dedicado a contestar todas nuestras preguntas haciéndola dinámica y amena. La mayoría de las preguntas iban dirigidas a su carrera profesional, experiencias y conocimientos en cuanto a teatro y cine. Ellos afirman que su forma de escribir refleja la actualidad de un modo realista. También nos han hablado sobre sus fuentes de inspiración, cuál es el origen de sus obras y su facilidad para escribir a veces. Al final nos han recomendado una serie de películas como “The Visitor” o “Shutter Island”, obras teatrales como “NN12”, “La maleta de los nervios” o “Veraneantes” y a autores como Antonia Bueno, Gracia Morales o Antonio Álamo.
Tanto Luis Araújo como Ignacio del Moral han contestado con mucho interés a nuestras preguntas y nos han hablado con total sinceridad y simpatía.
Hemos tenido el placer de hacernos una foto con ellos. Nos ha gustado mucho la tertulia y esperamos que esta experiencia se repita
Marta Campos, Lydia Luque y Patricia López 4ºC
lunes, 25 de abril de 2011
Festival Musical en el Ibárruri
El pasado 14 de Abril fue distinto en el Instituto, pues celebramos una jornada cultural. Tuvimos todo tipo de actividades: talleres, concursos y competiciones deportivas, y por supuesto no podía faltar la música. Un numeroso grupo de alumnos y profesores participamos en un festival musical con voces e instrumentos. ¡Enhorabuena a todos! Por los fuertes aplausos recibidos, podemos asegurar que fue un éxito total.
El momento especial fue la presentación del grupo Project ONE, con las baladas y canciones compuestas por Adrián, David y Miguel Ángel. Y la colaboración de Viliana y Sandra en las voces. Echad un vistazo a los vídeos. Esperamos que os gusten.
Coro: "Vois sur ton chemin"
Conjunto instrumental: "Canon" de J. Pachelbel
Project ONE: "Esperando al amanecer"
Project ONE y voces: "Halo"
Y aquí tenéis otros vídeos:
Coro del IES Dolores Ibárruri "Ay linda amiga"
Coro del IES Dolores Ibárruri "Lord I want"
Coro del IES Dolores Ibárruri "Benedicat vobis"
Festival musical 2011 Project ONE "River Flows in You"
¡Gracias a todos por vuestro entusiasmo y al púbico por sus aplausos!
Pablo Marcos, profesor de música
Fotografías y vídeos: Jorge Guisado, 3º B
Fotografías y vídeos: Jorge Guisado, 3º B
lunes, 4 de abril de 2011
Escuela Municipal de Música Dionisio Aguado
Nada más entrar la sinfonía ya ha empezado detrás de cada puerta: un piano, un saxofón, una guitarra, alguna voz afinando…
En el tablón de anuncios podrás encontrar todas las actividades musicales del mes: audiciones, conciertos, clases particulares, venta de instrumentos… además de todas las notas que van dejando anónimos tipo: “grupo busca guitarristas”, “antante que busca grupo”, “grupo de rock/acústico para el que esté interesado…” y un sinfín de números de teléfonos junto a estos anuncios. El profesorado está formado por auténticos músicos profesionales y las clases de instrumento son muy personalizadas, dos ó tres alumnos por aula. Las distintas disciplinas que se imparten son las siguientes: solfeo, prácticas instrumentales y clases colectivas en las que se juntan quienes practican el uso del mismo instrumento y nivel. El Centro Cultural Tomás y Valiente ofrece la oportunidad de asistir a un concierto mensual cuya puesta en escena va desde grandes concertistas hasta “virtuosos” alumnos de la propia Escuela Dionisio Aguado.
Cristina Escribano, 4ºD
miércoles, 23 de marzo de 2011
sábado, 5 de marzo de 2011
IX Tertulia musical en el IES: "Mi experiencia musical con Gaby Jogeix"
La experiencia de estar con Gaby Jogeix y oírle tocar esa música suya que llega y transmite fue algo inolvidable. Está claro que en su estilo es muy bueno. El que tocara la guitarra hawaiana con “slides” y muchos efectos…, eso fue lo mejor. Su manera de improvisar el Blues del despertar con el Conjunto del instituto fue espectacular. Después cantó una de sus canciones, impresionante.
Adrián Infante Castell, 3º D
lunes, 28 de febrero de 2011
Biografía de Overdrive
Overdrive es una banda de Progressive Metal, influenciado por la música de origen asiático y de grupos como Slipknot, Girugamesh, Sum41, Three Days Grace y Zebrahead.
Todo comenzó un día en el que tres amigos decidieron formar un grupo hecho por y para gente otaku (personas por gusto de la cultura japonesa). Esos tres amigos eran Adrián (el batería del grupo), José Miguel, también llamado “Chacho” (ex-guitarrista y actual cantante) e Iván (actual guitarrista y cantante gutural). La cosa empezó como una pequeña coña, que más adelante se transformaría en una realidad. Como necesitaban bajista y no era fácil de conseguir, decidieron recurrir a alguien que ni siquiera había empezado a tocar, pero que quería practicar algún instrumento. En ese momento, hablaron con Eugenio, que aceptó sin pensárselo. Como Chacho no conseguía cantar y tocar la guitarra a la vez, Iván recurrió a un antiguo amigo suyo que tocaba la guitarra con él en el instituto. Ese chico era Wenceslao, que aparte de guitarrista, ayuda a componer las letras y la música de las canciones.
Todos ellos, tras dos meses de ensayo, hicieron su primer concierto de apertura tocando varias versiones. Como vieron que necesitaban algo más, buscaron un modulador de sonido/teclista/Dj, llamado también Iván, que les ayuda bastante en el trabajo del uso de los micrófonos y los amplificadores. En el momento actual, están componiendo sus letras y retocando sus canciones para poder hacer pronto un concierto y poder demostrar todo lo que valen.
Formación:
Jose Miguel “Chacho”, Cantante y letrista
Adrian, Batería
Iván, Guitarrista, compositor y cantante gutural
Eugenio, Bajista
Wenceslao, Guitarrista, compositor y letrista
Iván, Dj, teclista y modulador de sonido
Todo comenzó un día en el que tres amigos decidieron formar un grupo hecho por y para gente otaku (personas por gusto de la cultura japonesa). Esos tres amigos eran Adrián (el batería del grupo), José Miguel, también llamado “Chacho” (ex-guitarrista y actual cantante) e Iván (actual guitarrista y cantante gutural). La cosa empezó como una pequeña coña, que más adelante se transformaría en una realidad. Como necesitaban bajista y no era fácil de conseguir, decidieron recurrir a alguien que ni siquiera había empezado a tocar, pero que quería practicar algún instrumento. En ese momento, hablaron con Eugenio, que aceptó sin pensárselo. Como Chacho no conseguía cantar y tocar la guitarra a la vez, Iván recurrió a un antiguo amigo suyo que tocaba la guitarra con él en el instituto. Ese chico era Wenceslao, que aparte de guitarrista, ayuda a componer las letras y la música de las canciones.
Todos ellos, tras dos meses de ensayo, hicieron su primer concierto de apertura tocando varias versiones. Como vieron que necesitaban algo más, buscaron un modulador de sonido/teclista/Dj, llamado también Iván, que les ayuda bastante en el trabajo del uso de los micrófonos y los amplificadores. En el momento actual, están componiendo sus letras y retocando sus canciones para poder hacer pronto un concierto y poder demostrar todo lo que valen.
Iván Serrano, 4º C
Formación:
Jose Miguel “Chacho”, Cantante y letrista
Adrian, Batería
Iván, Guitarrista, compositor y cantante gutural
Eugenio, Bajista
Wenceslao, Guitarrista, compositor y letrista
Iván, Dj, teclista y modulador de sonido
miércoles, 23 de febrero de 2011
9. El primer día de clase de: Gregorio Ortega
En el momento en que percibo las campanadas de mi próxima jubilación, me solicitan unas líneas para rememorar aquel gran acontecimiento para mí. Curiosa paradoja.
Cuestión difícil si me piden concretar, pues con lo que ha llovido desde entonces la máquina puede que trague papel y salga en blanco. De todos modos, voy a colaborar, con mis mejores intenciones, en presentar una aproximación lo más fiel posible a la realidad de aquel tiempo.Transcurrían los últimos años de la década de los setenta. Tiempos críticos en lo político, aperturismo ideológico, ansias de cambio, gran espíritu solidario y la juventud con hambre para comerse el mundo. Estas son las circunstancias en las que me movía y que servían de catarsis a la hora de realizar mi actividad educativa.
Sin ser un adepto al pensamiento de la predestinación, es curioso cómo algunos deseos de un momento se cumplen en otro. Me explico. En el penúltimo año de carrera había que realizar un trabajo de campo en la asignatura de Psicología Social. Uno de los lugares propuestos era el barrio de La Mina, lugar situado entre Barcelona y San Adrián de Besós, barrio marginal con muchas necesidades, refugio de algunas personas no recomendables y cuna del “Vaquilla”, protagonista de la película “Perros callejeros”, idolatrado por los alumnos del barrio. No puede acceder al trabajo por ser demasiados los alumnos que optaron por aquel tema.
Allí fui a dar con mis huesos. Debido a estas características, no todos los iniciados estaban dispuestos a desempeñar su función educativa en este lugar por primera vez.
Por ello, los cuerpos directivos de los centros acudían a captar vocaciones en los días de nombramientos, debido a que tenían facultad para hacer propuestas de profesores a la Delegación. Tuve la suerte de contactar con ellos y, por fin, mis deseos se verían realizados.
Me dieron cita previa y tuve que pasar, junto con otros compañeros, por el centro, para realizar acto de presentación y contestar preguntas que nos hacían los miembros del claustro, valorando con ello si seríamos idóneos para desempeñar nuestra función en aquel centro de La Mina. Tas deliberación del claustro, nos comunicaron el veredicto y los elegidos empezamos desde aquel instante a formar parte del centro. Este fue mi primer día. No lo olvidaré por las circunstancias que tuve que pasar para acceder a él.
Tras unos días de preparación, iniciamos la primera jornada con niños. Era un primer curso de EGB. Recuerdo la mirada de los niños, fija en cada uno de los profesores que encabezaba su fila, mirada tan transparente que podías traducir sus pensamientos: sorpresa, alegría, incertidumbre, candidez… Al mismo tiempo, experimentaba circunstancias paralelas en mi interior, propias del que inicia nueva empresa en su vida. Aquel instante fue el gran momento de mi vida, puesto que fue el pistoletazo de salida de mi carrera y ahora vislumbro la meta.
La escuela a la que accedí podría enmarcarse dentro de la “Escuela Activa”. Se prescindía de libros. Teníamos que elaborar constantemente material ciclostilado. Aún conservo en mi pituitaria el olor penetrante de los clichés, la aspereza al tacto. La mayor parte de los días tenía que llevarlos a casa para elaborarlos, y, al día siguiente, en el momento libre del que disponía, tenía que pasarlos.
Teníamos animales en clase, aún conservo fotos de ellos. Construímos un huerto al que accedían los alumnos, los mayores cultivando y los más pequeños observando y haciendo siembras o plantaciones.
Se aprovechaban ciertas actividades para sacar recursos y dar solución a las necesidades de la mayoría de alumnos y poder costearse las colonias que realizaban al final de curso. Una de estas actividades consistía en hacer casas de barro, realizadas en clase de plástica, que se vendían posteriormente en las Ramblas de Barcelona.
Los alumnos manifestaban gran cariño por los profesores. También es cierto que la colectividad educativa nos desvivíamos por ellos, tratábamos de paliar todos los problemas que les acuciaban. En las fiestas que se organizaban junto a los centros contiguos, se procuraba hacer partícipe a todo el barrio. En los carnavales se realizaban pasacalles, a los que se sumaban muchos padres y vecinos.
No obstante, a pesar de la aparente tranquilidad, aparecían problemas y alguna anécdota desagradable. A las características del alumnado general, por circunstancias del entorno, se sumaban otras de carácter étnico, ya que un apreciable porcentaje lo componían alumnos de cultura gitana, alumnos con gran dificultad de adaptación a horarios, al trabajo, con graves problemas de absentismo. Algunos asistían por acceder gratuitamente al comedor escolar.
Recuerdo un día, de mañana, salí de clase un momento para recoger unas hojas de trabajo, al regresar me faltaban dos alumnos, sus compañeros confesaron que habían salido por la ventana. Esto me sirvió para concienciarme de que jamás debería abandonar la clase.
Para ilustrar un poco la realidad de aquel lugar cuento otra pequeña anécdota. Un pequeño grupo de profesores formamos un equipo de volley ball. Aquel día tocaba entrenamiento. Ocurrió la fatalidad de cerrar el coche un compañero con las llaves dentro, con el consiguiente problema de no poder acceder. Suerte que estaba allí el conserje. Este salió del recinto escolar y en un momento le acompañaba un niño que no tendría más de diez años. No tardó dos segundos en abrir el coche. En agradecimiento el compañero le preguntó qué quería, contestándole que dar una vuelta en el recinto. Lo ponía en un aprieto, pero después de lo acontecido, accedió.
Sin atender indicaciones, el niño puso en marcha el coche, dando acelerones y derrapando salió por el patio emulando a su ídolo, “El Vaquilla”. Nosotros, temerosos de que pudiera suceder un percance, y a pesar del peligro, tuvimos que ponernos frente a él para que parase.
Todavía cuando nos encontramos los compañeros, después de 32 años, recordamos cientos de anécdotas de los alumnos. Aún hay colegas que permanecen en ese centro.
lunes, 21 de febrero de 2011
Plan PROA: programa de acompañamiento escolar
Por quinto año consecutivo se está desarrollando en nuestro centro el Plan PROA. Este programa se inscribe como una actuación del Fondo Social Europeo y es cofinanciado con el Ministerio de Educación. Va dirigido a aquellos alumnos que tienen dificultad para conseguir la formación mínima que les permita titular y presentan una actitud favorable hacia el trabajo escolar pero sus circunstancias personales y familiares les hacen difícil superar las dificultades que a diario se les presentan en el aula.
OBJETIVOS
Los objetivos que se pretenden alcanzar con el PROA son los siguientes:
1- El éxito educativo del alumno.
2- Crear un espacio propicio para el estudio y la realización de las tareas escolares.
3- Potenciar el aprendizaje y rendimiento escolar de los alumnos participantes.
4- Facilitar la orientación y las ayudas puntuales necesarias.
5- Adquirir las destrezas y conocimientos instrumentales básicos en el estudio y los trabajos personales diarios.
6- Mejorar su integración en el grupo y en el Centro.
DESTINATARIOS
En el curso presente se han organizado cuatro grupos, de diez alumnos cada uno, dos de 3º ESO y dos de 4º ESO, siendo atendidos, cada uno de ellos, por un profesor-monitor especialista en las siguientes disciplinas:
Lengua/Inglés___________________________Rocío
Matemáticas/Francés_____________________ Patricia
Matemáticas____________________________Alberto
Física y Química/Ciencias Naturales___________Pilar
TEMPORALIZACIÓN
Las actividades del Plan PROA comenzaron el 18/10/2010 y seguirán hasta la finalización del presente curso escolar, en horario de:
Lunes: de 16,30 a 18,30 horas
Miércoles: de 16,00 a 18,00 horas
¡ÁNIMO CHAVALES!
OBJETIVOS
Los objetivos que se pretenden alcanzar con el PROA son los siguientes:
1- El éxito educativo del alumno.
2- Crear un espacio propicio para el estudio y la realización de las tareas escolares.
3- Potenciar el aprendizaje y rendimiento escolar de los alumnos participantes.
4- Facilitar la orientación y las ayudas puntuales necesarias.
5- Adquirir las destrezas y conocimientos instrumentales básicos en el estudio y los trabajos personales diarios.
6- Mejorar su integración en el grupo y en el Centro.
DESTINATARIOS
En el curso presente se han organizado cuatro grupos, de diez alumnos cada uno, dos de 3º ESO y dos de 4º ESO, siendo atendidos, cada uno de ellos, por un profesor-monitor especialista en las siguientes disciplinas:
Lengua/Inglés___________________________Rocío
Matemáticas/Francés_____________________ Patricia
Matemáticas____________________________Alberto
Física y Química/Ciencias Naturales___________Pilar
TEMPORALIZACIÓN
Las actividades del Plan PROA comenzaron el 18/10/2010 y seguirán hasta la finalización del presente curso escolar, en horario de:
Lunes: de 16,30 a 18,30 horas
Miércoles: de 16,00 a 18,00 horas
¡ÁNIMO CHAVALES!
Luis Cabello, profesor de Tecnología y coordinador del programa PROA
sábado, 19 de febrero de 2011
IX Tertulia Musical
El próximo miércoles 23 de Febrero, celebraremos en el Salón de Actos la IX Tertulia Musical, con Gaby Jogeix como artista invitado.
Todos los detalles en el blog del departamento de música: http://iesdimusica.blogspot. com
Todos los detalles en el blog del departamento de música: http://iesdimusica.blogspot.
sábado, 12 de febrero de 2011
8. El primer día de clase de: Ester Torices
The first time I taught was at the end of October in 2005 in two private (independent) technical colleges that belong to the same company, one was located in Villaverde and the other one in Alcorcón. They wanted me to teach subjects related to electronic and electrical equipments such as TVs, radios, videos, loudspeakers, and electrical wiring. I was supposed to have a lot of knowledge about this stuff because I am an electronic and automatic engineer however the truth was that I didn’t study anything about that during the degree. Despite this small problem, I took the job because I was well-qualified and ready to deal with it, but I would have to work very hard if I wanted to meet with success. Although I was pretty scared because of the difficulties of the subjects, I felt very happy - they were giving me the chance to try and know if I really enjoyed this kind of work -. From the day I made the decision and signed the contract until the day I had my first meeting with my pupils (the following day) I felt really anxious about how everything would turn out. And finally the day came. I went by train to Villaverde and the first shock was the building, it wasn’t the typical school with a big playground, no it wasn’t, it was in a block of flats and seemed an academy instead of a technical college. However I told myself “It doesn’t matter what it looks like.” The second shock happened when I came into the classroom; there were fifteen teenagers, only one girl, looking at me with long faces and full of gold everywhere: ear-rings, chains and big rings. They reminded me of American films that are set in high schools such as “Dangerous Minds”. I wondered where they came from. I came from Valladolid, a very conservative city, with traditional and conventional people, that´s why they shocked me.
In Alcorcón the impression was less surprising because I had already known about that, however there was a difference, there I had a group of third year of secondary school. I though “That’s good news“ , because I was studying to pass the exam to get into the state schools to teach technology, “I could practice”. Besides “ they were the youngest ones, so they were supposed to be more easily led”. I was wrong. They drove me crazy because they used to talk all at the same time, interrupting every minute, they didn’t listen … you know, the typical things that teachers usually complain about.
Then, what was the problem? The matter was that I wasn´t used to see this behaviour at the school because when I studied things were very different So I decided to change my mind and try to get on well with the new generations.
I learnt a lot of things my first year, but the most important one was that I had to be very patient with pupils and today I’m very proud of the job I carried out that year.
In Alcorcón the impression was less surprising because I had already known about that, however there was a difference, there I had a group of third year of secondary school. I though “That’s good news“ , because I was studying to pass the exam to get into the state schools to teach technology, “I could practice”. Besides “ they were the youngest ones, so they were supposed to be more easily led”. I was wrong. They drove me crazy because they used to talk all at the same time, interrupting every minute, they didn’t listen … you know, the typical things that teachers usually complain about.
Then, what was the problem? The matter was that I wasn´t used to see this behaviour at the school because when I studied things were very different So I decided to change my mind and try to get on well with the new generations.
I learnt a lot of things my first year, but the most important one was that I had to be very patient with pupils and today I’m very proud of the job I carried out that year.
Ester Torices (Profesora de Tecnología)
lunes, 7 de febrero de 2011
7. El primer día de clase de: José Luis Domínguez
Si no hubieran pasado ya tantos años pensaríais que lo que estoy a punto de contaros es tan irreal como si hubiera sucedido en otro planeta porque la bruma del tiempo se carga a veces con resonancias de lo mítico e improbable y nos deja la sensación de que lo que era posible en el lejano ayer deja en simple prosaica ramplonería el tiempo que consideramos presente por más que la sensación psicológica del aquí y ahora no deje de ser una ilusión tal y como nos dicen los físicos de la mecánica cuántica. (Uf, vaya parrafada).
A finales de los 80, durante mi último curso en la Facultad de Biología, disfrutaba de una beca de colaboración en el Departamento de Fisiología Animal que llevaba aparejada entre sus obligaciones el impartir clases de prácticas a los alumnos de los primeros años. De modo que un buen día la Catedrática me llama y me dice que me vaya preparando porque me iba a encargar de un grupo de alumnos neófitos a los que tenía que enseñar las técnicas básicas del manejo de los animales de laboratorio. No sé si alguna vez habéis intentado sacar de la tranquilidad de su jaula a una preciosa rata (Rattus noruegicus) albina de raza Wistar de casi un kilo de peso. Os aseguro que los graciosos incisivos que le dan su marchamo de roedor son sorprendentemente eficaces desgarrando la carne de una falange, pongamos por caso, una versión reducida de los instrumentos que usaba Jack El Destripador para cometer sus famosos crímenes. Y no sólo estaban las ratas. En el animalario de nuestro departamento teníamos también varias especies de peces, ranas, pollos, ratones y palomas, cada uno con sus “cadaunadas” y muy poco colaboradores ante unos alumnos que pensaban que los animales eran como los veían en los programas de Félix Rodríguez de la Fuente.
Pues bien, el primer día aparecen mis 12 alumnos con sus batas de laboratorio recién estrenadas y aguantan estoicamente mi exposición teórica de 15 minutos con transparencias en color, esquemas, diagramas, anotaciones, incluso un decálogo de indicaciones de lo que se debe y no se debe hacer para manipular los distintos tipos de animales. Vale -les digo- ahora hacéis los grupos y os ponéis por parejas, vosotros a las jaulas de las ratas, vosotros con las ranas, ojo, que son muy escurridizas y si se escapan se meten debajo de los muebles y es imposible alcanzarlas, ¿seguro que venís todos con la vacuna del tétanos puesta al día? ¡Anda! -dice uno- si tienen los ojos rojos, ¿podemos darlas de comer unos ganchitos que he comprado en la cafetería? ¡Qué ranas más sosas! -dice otra- si ni siquiera se mueven. ¡Chicos, chicos! -digo yo- ¿no os acordáis de que antes de abrir las jaulas tenéis que poneros los guantes protectores? ¡Eh! Deja eso. No pongas el frasco abierto en la mesa de laboratorio que aunque parezca mentira las ranas saltan mucho y... ¡Toinggg! Una Rana perezi hembra cargada de huevos salta a la mesa del laboratorio. ¡Ay, que asco! -exclama la alumna bajita del moño teñido- ¡Quítamela, quítamelaaa! Venga mujer que no te ha hecho nada – raudo como un rayo recojo la rana al segundo bote y la devuelvo a su frasco cerrando la rosca de la tapa con una sola mano cual Arguiñano cascando un huevo. Y hablando de huevos, la rana debió interpretar la presión de mi mano como si un macho hubiera iniciado el amplexo con ella y raaaaaaassss descargó sobre mi codo y la mesa un filamento pegajoso con unos 500 huevos más o menos. Me estoy mareando -dijo el muchacho rubito de suaves maneras. ¿En esta jaula no había antes cuatro ratas? -rebusca en las virutas del serrín del fondo de la jaula una alumna con pecas y preciosos ojos verdes. ¡Algo me ha rozado la pierna! -interviene el alumno gótico que hasta el momento había guardado un respetuoso silencio. ¡A ver! -digo yo- que no cunda el pánico. Dejad todo lo que estáis haciendo y vamos a buscar la rata desaparecida. José Luis, ¿por qué las ratas se hacen pis y caca cuando las cogemos con la mano? -dice un alumno que casi tocaba los fluorescentes del techo con la cabeza. Es por el estrés, tonto -interviene Moño Teñido- ¿es que no has prestado atención a la exposición teórica con transparencias en color? ¿Queréis hacer el favor de.. ¡No! No sujetes esa pecera así que se te va a ¡crash! ¡Los Carassius! ¡Los Carassius auratus! ¡Mi jefa me mata!, ya me puedo despedir de la renovación de la beca. ¿He sido yo? -preguntó Suaves Maneras. ¡Rápido, recoged los peces y ponedlos en las otras peceras! ¡En esa no, alumno gótico, que es de agua salada! Uf, por los pelos. ¿Habéis encontrado la rata que faltaba? Sí -dijo Tocando los Fluorescentes- se la había llevado el alumno alemán de Erasmus al otro laboratorio para enseñársela a su novia. ¡Qué guarro! -exclamó Moño Teñido. ¡Bueno, vale, basta! Que alguien vaya a buscarla (a la rata) y decidle al alumno de intercambio que como se vuelva a cambiar de laboratorio le envío al Valhalla con un bisturí del 15 clavado en la cuenca ocular izquierda. Y los demás id recogiendo que voy a encerrarme un momento en el baño a llorar antes de contarle a mi jefa lo que ha pasado. Por cierto, Ojos Verdes, ¿quieres pasarte por aquí un rato el viernes por la tarde a que te enseñe como se sutura un corazón herido?
Al final las seis sesiones restantes de prácticas que impartí aquel año con este grupo resultaron mucho menos desastre que la primera... Todos nos hicimos amigos y los alumnos me regalaron una camiseta con lo que consideraban mi lema: una pancarta que rezaba: ¡BUENO, VALE, BASTA!Me gustaría concluir que ningún animal (o alumno) resultó herido durante la realización de las prácticas, pero sólo eso: me gustaría. También es verdad que al alemán de intercambio Erasmus nunca le llegamos a coger verdadero cariño (no nos dio tiempo antes de que marchase a mejor vida, dicen que en Dusseldorf). Suaves Maneras y Moño Teñido empezaron a salir juntos. Ambos terminaron la carrera 10 años después y trabajan en una consultora de medio ambiente. Tocando los Fluorescentes continuó con su vocación por los animales y hoy trabaja de dependiente en una tienda de bichos de un centro comercial. El alumno Gótico intentó dejar la biología y las drogas pero con la primera no pudo y hoy es microbiólogo en un hospital del Insalud. Ojos Verdes dijo sí, pero luego no vino. Naturalmente, jamás renovaron mi beca y fui degradado a trabajar con chavales de secundaria. Pero tantos años después sigo demostrando día a día que mi especialidad por las clases desastre es firme como una roca. Algún día alguno de mis alumnos aprenderá algo y ese día...ja,ja,ja, ese día... Perdón, me toca la pastilla.
José Luis Domínguez (profesor de Biología y Geología)
6. El primer día de clase de: Juanjo Jiménez
Afortunadamente, la gente se queda embarazada. Y en el final de la preñez, normalmente, las futuras madres se toman una baja. Alguien las sustituye y en marzo de 1992, en aquella vorágine preolímpica, inmerso en el CAP, un curso de cine, clases de dibujo técnico en una academia y pensando en irme por Europa durante el verano haciendo autostop, recibí la llamada de las autoridades educativas para dar clases en FP, en la bolsa de trabajo a la que nos habíamos apuntado los seis compañeros que entonces hacíamos todo a la par. ¿Figuración para programas de televisión? Nos apuntamos. ¿Un curso de holografía artística? De cabeza la media docena. ¿Trabajar para la administración desasnando adolescentes? Ahí estábamos nosotros.
Y aparecí allí, en Vicálvaro, entré a la zona de profesores con mi cabeza medio rapada, mi coleta, mis botas militares y todas mis buenas intenciones y la primera reprimenda me cayó por parte del bedel: “¡Por ahí no se puede pasar! Es sólo para profesores”. Y no era raro que se confundiera, porque tuve (ese curso y los dos siguientes) alumnos mayores que yo. Divino tesoro.
Ahí estaban los de motor, y las de jardín de infancia, y los de delineación. Resulta increíble que yo, que ya he olvidado los nombres de mis alumnos del curso pasado, todavía recuerde los patronímicos de algunos de aquellos infelices que cayeron en mis manos. Me lo pasé pipa, trabajamos muchísimo, vimos películas (como no), hice un par de actuaciones con mi amigo Tomás, contacté por primera vez con una profesión que nunca me había planteado como mi futuro y sin poder evitarlo, en los partidos de docentes contra estudiantes yo siempre iba con estos últimos. Al fin y al cabo, llevaba sólo semanas en el oficio y más de tres lustros en el pupitre así que resultaba difícil dejar de pensar como un alumno.
No recuerdo cómo fue mi primera clase pero sé que no tenía nervios ni miedo. Sólo ilusión y mucha alegría de saber que todo lo que había estudiado ahora me servía y podía contárselo a gente, que a lo mejor hasta me escuchaba.
Luego llegó la oposición y un curso completo. Y el aprobado y el Dolores Ibárruri. Y aquí estoy, casi dos décadas después, pensando en cómo el tiempo me ha plantado aquí y casi ni me he enterado.
Juanjo Jiménez (Profesor de Plástica)
miércoles, 2 de febrero de 2011
5. El primer día de clase de: Natalia Almena
Mi primer día como profesora en un instituto fue hace ya unos cuantos años en un centro de Móstoles, un viernes de septiembre. Llegué al departamento de orientación (jamás había entrada en ninguno, ya que cuando yo estudiaba no existían) y allí me presentaron a la otra orientadora y al resto de mis compañeros.
Después de un ratito en el que me explicaron cuáles eran mis funciones, cómo era el centro, con qué tipo de alumnos iba a trabajar,…mi compañera se dio cuenta de que en la siguiente hora me tocaba dar clase. Así que decidió que directamente me fuera para allá (tenía que dar una optativa que se llamaba Transición a la Vida Adulta y Activa)
Mi cara de susto debió ser impresionante porque un compañero de diver (al que siempre recordaré con gran cariño), sugirió que era mejor dejarlo para el lunes. Gracias a él, me dio tiempo a prepararme la asignatura durante el fin de semana y a ir tranquila a mi primera clase. El lunes salió todo fenomenal con un estupendo grupo de diversificación.
Después de un ratito en el que me explicaron cuáles eran mis funciones, cómo era el centro, con qué tipo de alumnos iba a trabajar,…mi compañera se dio cuenta de que en la siguiente hora me tocaba dar clase. Así que decidió que directamente me fuera para allá (tenía que dar una optativa que se llamaba Transición a la Vida Adulta y Activa)
Mi cara de susto debió ser impresionante porque un compañero de diver (al que siempre recordaré con gran cariño), sugirió que era mejor dejarlo para el lunes. Gracias a él, me dio tiempo a prepararme la asignatura durante el fin de semana y a ir tranquila a mi primera clase. El lunes salió todo fenomenal con un estupendo grupo de diversificación.
Natalia Almena Bule, Orientadora
4. El primer día de clase de: Yolanda Barreno
La primera vez que me decidí a ponerme delante de una clase, allá por el año 2002, fue en una Escuela Popular que hay en mi barrio, a la que llegué un poco por casualidad.
Para los que no sepáis lo que es eso, os contaré que este tipo de escuelas hacen una labor social muy importante, impartiendo clases de alfabetización de adultos, cultura general, español para inmigrantes, y muchas otras cosas que están a cargo de profesores y monitores que trabajan voluntariamente (sí, sí, habéis leído bien: estuve cuatro añitos trabajando gratis y muy contenta de hacerlo).
Y aquella primera tarde, allí estaba yo, frente a un grupo bastante numeroso de abuelitas que me miraban, unas compasivas, otras sonriendo, otras impasibles, pero todas pensando: “a ver qué tal la nueva”.
Me habían soltado en aquella clase sin darme tiempo a prepararme nada, sola ante el peligro, y aquel día tocaba explicar… ¡Matemáticas!! ¡Horror! ¿Cuánto tiempo hacía que no repasaba las mates? ¿Desde que dejé el instituto? Afortunadamente, al abrir la carpeta, pude relajarme: “Uff, la unidad seguida de ceros, es fácil” –me dije. Y así empecé, explicando matemáticas a aquel grupo de señoras encantadoras con las que pasé cuatro años de mi vida y que me hicieron pasar momentos muy gratos. Creo que mi vocación docente nació en aquella Escuela, a la que le debo buena parte de lo que soy hoy en día.
Y dos años más tarde, decidí “dar el salto” y empecé a trabajar como profesora de Secundaria. Mi primer destino fue un instituto de Galapagar, y mi primera clase, no se me olvidará en la vida, fue un 2º A horroroso que formaban sólo quince alumnos… aunque cada uno de ellos valiera por diez.
Lo primero que vi al abrir aquella puerta fue un espectáculo dantesco: sillas volcadas, alumnos corriendo por la clase, gritando, uno quemando papeles, dos pegándose, otro intentando saltar por la ventana, una niña subida encima de una mesa dando gritos y tirándose de las trenzas… Creí morir. ¿Qué hacer en esa situación? Pues nada, buscar un hilo del que empezar a tirar y fijarme objetivos pequeñitos que ir superando día a día. El primero fue conseguir que estuvieran sentados en sus sillas. El segundo, que estuvieran callados. El tercero, que aprendieran algo. Y lo conseguí. Con mucho esfuerzo, pero lo conseguí. Eso sí, tuve pesadillas con aquel grupo durante muchos muchos días.
Para los que no sepáis lo que es eso, os contaré que este tipo de escuelas hacen una labor social muy importante, impartiendo clases de alfabetización de adultos, cultura general, español para inmigrantes, y muchas otras cosas que están a cargo de profesores y monitores que trabajan voluntariamente (sí, sí, habéis leído bien: estuve cuatro añitos trabajando gratis y muy contenta de hacerlo).
Y aquella primera tarde, allí estaba yo, frente a un grupo bastante numeroso de abuelitas que me miraban, unas compasivas, otras sonriendo, otras impasibles, pero todas pensando: “a ver qué tal la nueva”.
Me habían soltado en aquella clase sin darme tiempo a prepararme nada, sola ante el peligro, y aquel día tocaba explicar… ¡Matemáticas!! ¡Horror! ¿Cuánto tiempo hacía que no repasaba las mates? ¿Desde que dejé el instituto? Afortunadamente, al abrir la carpeta, pude relajarme: “Uff, la unidad seguida de ceros, es fácil” –me dije. Y así empecé, explicando matemáticas a aquel grupo de señoras encantadoras con las que pasé cuatro años de mi vida y que me hicieron pasar momentos muy gratos. Creo que mi vocación docente nació en aquella Escuela, a la que le debo buena parte de lo que soy hoy en día.
Y dos años más tarde, decidí “dar el salto” y empecé a trabajar como profesora de Secundaria. Mi primer destino fue un instituto de Galapagar, y mi primera clase, no se me olvidará en la vida, fue un 2º A horroroso que formaban sólo quince alumnos… aunque cada uno de ellos valiera por diez.
Lo primero que vi al abrir aquella puerta fue un espectáculo dantesco: sillas volcadas, alumnos corriendo por la clase, gritando, uno quemando papeles, dos pegándose, otro intentando saltar por la ventana, una niña subida encima de una mesa dando gritos y tirándose de las trenzas… Creí morir. ¿Qué hacer en esa situación? Pues nada, buscar un hilo del que empezar a tirar y fijarme objetivos pequeñitos que ir superando día a día. El primero fue conseguir que estuvieran sentados en sus sillas. El segundo, que estuvieran callados. El tercero, que aprendieran algo. Y lo conseguí. Con mucho esfuerzo, pero lo conseguí. Eso sí, tuve pesadillas con aquel grupo durante muchos muchos días.
Yolanda Barreno, profesora de Lengua y Literatura
lunes, 31 de enero de 2011
3. El primer día de clase de: María José Arroyo
8h30, 20 de septiembre de 198…, treinta miradas escrutando cada centímetro de mi cuerpo y un mareo agridulce desde el último pelo de la cabeza hasta la punta del pie. ¿Qué decir? ¿Qué no decir? ¿Sentada? ¿De pie? ¿Seria? ¿Sonriente?.. Un catálogo de preguntas cuya respuesta debía consumarse en ese preciso instante. Triunfo del tuteo y de la cara de muchos amigos.
Así recuerdo que todo empezó en Manacor (sí, el pueblo del envidiado guaperas Rafa Nadal fue mi primer destino como profesora), con unos alumnos, como hoy decimos, que me lo pusieron muy fácil. Su respeto y comprensión (se me notaba que era novata) consiguieron que aquella profesora joven, jovencísima, comenzara tranquila su aventura con un “Buenos días, me llamo María José y soy vuestra profesora de Lengua y Literatura”.
Así recuerdo que todo empezó en Manacor (sí, el pueblo del envidiado guaperas Rafa Nadal fue mi primer destino como profesora), con unos alumnos, como hoy decimos, que me lo pusieron muy fácil. Su respeto y comprensión (se me notaba que era novata) consiguieron que aquella profesora joven, jovencísima, comenzara tranquila su aventura con un “Buenos días, me llamo María José y soy vuestra profesora de Lengua y Literatura”.
Otros muchos días han sido el primero, pero las emociones que sentí –miedo, ilusión, peso de la responsabilidad, ¡socorro!, me quiero ir- nunca han sido tan plenas.
¿Qué ocurrirá el último? Queda pendiente.
¿Qué ocurrirá el último? Queda pendiente.
María José Arroyo Hernández, profesora de Lengua y Literatura.
2. El primer día de clase de: Susana Castro
Llevo veintitrés años dedicada a la enseñanza, de modo que no me acuerdo
cómo fue mi primer día dando clase. Lo que sí recuerdo de mi primer día de
instituto es que una profesora de Filosofía me dijo que no podía estar en el
pasillo y me mandó entrar en el aula, pues se creyó que era una alumna de
COU (lo equivalente a 2º de Bachillerato). Del primer curso recuerdo un
grupo de 2º de BUP (lo equivalente a 4º de ESO) en el que había tres o
cuatro alumnos, bastante macarras, que me hacían la vida imposible en clase.
Yo acudía al Jefe de estudios para que me ayudara a poner orden, pero este
señor no se parecía en nada a nuestro querido Camacho: era muy alto,
corpulento, con barba y con una voz muy fuerte. Puedo asegurar que, en las
charlas que les echaba, me asustaba yo más que ellos. Por el contrario,
estaba encantada con un grupo de 1º de BUP del que era tutora y recuerdo a
un alumno pelirrojo y pecoso, Oscar Cubo, que bromeaba mucho conmigo, era muy simpático. No me acordaba de su nombre, pero me ha bastado un vistazo a los estadillos de notas de ese grupo. Y es que conservo los de junio y
septiembre de todos los grupos a los que he dado clase, desde 1989 hasta
ahora.
cómo fue mi primer día dando clase. Lo que sí recuerdo de mi primer día de
instituto es que una profesora de Filosofía me dijo que no podía estar en el
pasillo y me mandó entrar en el aula, pues se creyó que era una alumna de
COU (lo equivalente a 2º de Bachillerato). Del primer curso recuerdo un
grupo de 2º de BUP (lo equivalente a 4º de ESO) en el que había tres o
cuatro alumnos, bastante macarras, que me hacían la vida imposible en clase.
Yo acudía al Jefe de estudios para que me ayudara a poner orden, pero este
señor no se parecía en nada a nuestro querido Camacho: era muy alto,
corpulento, con barba y con una voz muy fuerte. Puedo asegurar que, en las
charlas que les echaba, me asustaba yo más que ellos. Por el contrario,
estaba encantada con un grupo de 1º de BUP del que era tutora y recuerdo a
un alumno pelirrojo y pecoso, Oscar Cubo, que bromeaba mucho conmigo, era muy simpático. No me acordaba de su nombre, pero me ha bastado un vistazo a los estadillos de notas de ese grupo. Y es que conservo los de junio y
septiembre de todos los grupos a los que he dado clase, desde 1989 hasta
ahora.
Susana Castro, profesora de Matemáticas
miércoles, 26 de enero de 2011
1. El primer día de clase de: Pablo Marcos
Mi primera vez, fue en un colegio de Primaria en Fuencarral, allá por septiembre del 95. Me acuerdo como si fuera hoy. Ya había visitado el centro y conocido a la directora y alguna compañera. Por cierto, todo mujeres. Era el único profe y me mimaron mucho. Todas encantadoras. Amables, comprensivas y sonrientes. El alumnado ligeramente complicado: el centro había pasado de 1200 alumnos a 200 y estaba básicamente formado por inmigrantes y gitanos de un cercano poblado de chabolas. Se meaban en las esquinas durante el recreo. Alguno fue sin zapatos. Y eso si, todos con muchos mocos.
La primera clase era a las 9, con niños de 6 años, 1º de Primaria. Pura era su tutora: 50 años y larga experiencia. Le gustaba la música y me ayudó mucho. Casualmente, era vecina en el Barrio del Pilar. Y allí estábamos los dos, en aquella clase luminosa con olor a goma de borrar, charlando como si nada estuviera pasando. Mis nervios se iban disipando y llegaron los niños. Todo fue más fácil de lo que pensaba. Llevaba hasta el último detalle organizado, aunque no creo que saliera como esperaba. En fin, hay que ir aprendiendo.
Los niños a esa edad son encantadores. Te llaman “papá” sin querer y de repente te dan un beso. Recuerdo a Josito. ¡Ay, Josito, qué malo eras! Bueno, malo no, travieso. Te escondías debajo de la mesa, con los brazos cruzados, el ceño y los labios fruncidos y no había manera de que hicieras nada. Al menos yo no podía. Pura si, claro. A Pura la querían y la respetaban. Bueno, creo que a mi también me quisieron, aunque no me recuerden. Nunca se sabe. Quizá Josito, con sus veintipico años ahora, recuerde vagamente a aquel profe que les hacía cantar y dar vueltas al ritmo de una pandereta y les miraba con cara de impotencia cuando la clase se le iba de las manos.
La primera clase era a las 9, con niños de 6 años, 1º de Primaria. Pura era su tutora: 50 años y larga experiencia. Le gustaba la música y me ayudó mucho. Casualmente, era vecina en el Barrio del Pilar. Y allí estábamos los dos, en aquella clase luminosa con olor a goma de borrar, charlando como si nada estuviera pasando. Mis nervios se iban disipando y llegaron los niños. Todo fue más fácil de lo que pensaba. Llevaba hasta el último detalle organizado, aunque no creo que saliera como esperaba. En fin, hay que ir aprendiendo.
Los niños a esa edad son encantadores. Te llaman “papá” sin querer y de repente te dan un beso. Recuerdo a Josito. ¡Ay, Josito, qué malo eras! Bueno, malo no, travieso. Te escondías debajo de la mesa, con los brazos cruzados, el ceño y los labios fruncidos y no había manera de que hicieras nada. Al menos yo no podía. Pura si, claro. A Pura la querían y la respetaban. Bueno, creo que a mi también me quisieron, aunque no me recuerden. Nunca se sabe. Quizá Josito, con sus veintipico años ahora, recuerde vagamente a aquel profe que les hacía cantar y dar vueltas al ritmo de una pandereta y les miraba con cara de impotencia cuando la clase se le iba de las manos.
Pablo Marcos (profe de Música y C. Sociales)
viernes, 10 de diciembre de 2010
Filmoteca en el "Dolores Ibárruri"
¿Todavía no te has enterado? Este año se ha creado un nuevo taller de cine. Ocho alumnas de 4º ESO y 1º Bachillerato nos reunimos los lunes por las tardes en la biblioteca del instituto con nuestro querido Juanjo (profesor de plástica).
Nos dedicamos a ver películas en versión original que cada mes tratan un tema diferente. En el mes de noviembre el tema ha sido “El cine en el cine”, es decir, películas en las que vemos como evoluciona el cine a lo largo de los años. Cantando bajo la lluvia, El verdugo y El crepúsculo de los dioses son hasta ahora las películas vistas.
¿Para qué sirve todo esto?
En principio adquieres un poco de cultura general, aprendes cosas interesantes que tú por tu cuenta no sabrías descubrir. Pero al fin y al cabo venimos a pasar un buen rato con personas que comparten tus aficiones.
Veo que te va interesando. Quieres saber el tema de este mes, ¿verdad?
En diciembre y enero veremos películas de Terror. Empezaremos viendo Alien.
¿Divertido?, ¿interesante?, ¿tentador?...
¡¡Apúntate cuando quieras!!
Serás bien recibido. Te estamos esperando.
Si quieres más información pásate por la biblioteca en un recreo y pregunta por Juanjo.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Pintando bajo la nieve
El día veintinueve de noviembre los alumnos de las clases C y D de tercero de la ESO, nos fuimos de visita a Madrid.
Salimos de la estación de Fuenlabrada para llegar, en algo menos de media hora, a la céntrica estación de Atocha, desde donde caminamos por el Paseo del Prado hasta el edificio Caixafórum, un centro de exposiciones itinerantes.
El edificio tiene varias peculiaridades: una de ellas es que está sustentado únicamente por un enorme pilar en la base del edificio sobra el que recae todo su peso, da la impresión de que se podría caer en cualquier momento, aunque eso no pueda ocurrir. Además, tiene un impresionante jardín vertical diseñado por el botánico francés Patrick Blanc, que cuenta con 460 metros cuadrados de superficie y alberga 15.000 plantas de 250 especies diferentes.
Este mes de noviembre, el Caixaforum cuenta con tres exposiciones a cuál más interesante. La primera de ellas, “INFANCIA” nos muestra las fotografías de Isabel Muñoz, dispuestas a nivel de calle y en la segunda planta, están ampliadas casi a tamaño natural, con un letrero que explica la vida de la persona y la obra en sí.
La segunda exposición trata sobre la trayectoria del director italiano Federico Fellini, durante tres etapas de la misma.
La tercera exposición llamada “Dalí, Lorca y la Residencia de Estudiantes” cuenta la convivencia entre estos dos grandes genios, sus dibujos, cuadros y cartas.
Cuando salimos del Caixaforum empezó a nevar levemente, (esta sería la primera nevada en la capital); a medida que íbamos llegando a la Plaza del Ángel Caído, en El Retiro, iba cayendo cada vez más y más nieve, y eso nos dio la oportunidad de tomar una perspectiva invernal pero con los colores propios de los árboles en otoño. Conforme transcurrían los minutos el suelo cambiaba poco a poco, se iba recubriendo de una fina capa de nieve apenas apreciable pero que iba engordando según pasaba el tiempo.
Todos buscábamos un sitio donde poder dibujar, pero no fue posible y terminamos refugiándonos bajo el tejadillo de una terraza de verano situada en la plaza del Ángel Caído. Tras una hora y media pintando bajo la nieve la panorámica nevada de El Retiro regresamos a la estación de Atocha, desde donde cogimos el tren de regreso a Fuenlabrada, para encontrarnos otra vez con los compañeros y volver a la rutina diaria, pero sin olvidar las obras de arte que habíamos visto.
Francisco Javier Galarza
3º E.S.O.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)