El día veintinueve de noviembre los alumnos de las clases C y D de tercero de la ESO, nos fuimos de visita a Madrid.
Salimos de la estación de Fuenlabrada para llegar, en algo menos de media hora, a la céntrica estación de Atocha, desde donde caminamos por el Paseo del Prado hasta el edificio Caixafórum, un centro de exposiciones itinerantes.
El edificio tiene varias peculiaridades: una de ellas es que está sustentado únicamente por un enorme pilar en la base del edificio sobra el que recae todo su peso, da la impresión de que se podría caer en cualquier momento, aunque eso no pueda ocurrir. Además, tiene un impresionante jardín vertical diseñado por el botánico francés Patrick Blanc, que cuenta con 460 metros cuadrados de superficie y alberga 15.000 plantas de 250 especies diferentes.
Este mes de noviembre, el Caixaforum cuenta con tres exposiciones a cuál más interesante. La primera de ellas, “INFANCIA” nos muestra las fotografías de Isabel Muñoz, dispuestas a nivel de calle y en la segunda planta, están ampliadas casi a tamaño natural, con un letrero que explica la vida de la persona y la obra en sí.
La segunda exposición trata sobre la trayectoria del director italiano Federico Fellini, durante tres etapas de la misma.
La tercera exposición llamada “Dalí, Lorca y la Residencia de Estudiantes” cuenta la convivencia entre estos dos grandes genios, sus dibujos, cuadros y cartas.
Cuando salimos del Caixaforum empezó a nevar levemente, (esta sería la primera nevada en la capital); a medida que íbamos llegando a la Plaza del Ángel Caído, en El Retiro, iba cayendo cada vez más y más nieve, y eso nos dio la oportunidad de tomar una perspectiva invernal pero con los colores propios de los árboles en otoño. Conforme transcurrían los minutos el suelo cambiaba poco a poco, se iba recubriendo de una fina capa de nieve apenas apreciable pero que iba engordando según pasaba el tiempo.
Todos buscábamos un sitio donde poder dibujar, pero no fue posible y terminamos refugiándonos bajo el tejadillo de una terraza de verano situada en la plaza del Ángel Caído. Tras una hora y media pintando bajo la nieve la panorámica nevada de El Retiro regresamos a la estación de Atocha, desde donde cogimos el tren de regreso a Fuenlabrada, para encontrarnos otra vez con los compañeros y volver a la rutina diaria, pero sin olvidar las obras de arte que habíamos visto.
Francisco Javier Galarza
3º E.S.O.
1 comentario:
a nosotras nos gusto mucho las dos excursiones.Se deberian realizar con más frecuencia.
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